Por los visto el gobierno actual de la Xunta vuelve a la carga con la construcción de nuevas minicentrales hidroeléctricas en la región que estarían en funcionamiento para el 2014. A finales de su último mandato ya pretendieron aprobar las concesiones, pero el bipartito posterior paralizó el proyecto. Ahora vuelven a la carga. Despúes de que el gobierno de la Xunta anterior inundara Galicia con cientos de aereogeneradores, ahora, los actuales, prefieren retener nuestras aguas y vender su fuerza de energía a grandes compañías.
Algunos valoran que este tipo de centrales trae consigo ventajas para disminuir el paro y la creación de nuevas pistas, que hacen más fácil el acceso a determinados lugares recónditos de Galicia.
Supongo que más de uno ha visto alguna de esas 74 minicentrales que operan hoy en Galicia. Hace falta muy poca gente para su mantenimiento y seguro que a la empresa adjudicataria de su manteniemiento no le haga falta contratar a nadie pues contará con profesionales en sus filas. Sobre lo de las pistas, es muy penoso que tengamos que esperar a que arruinen para siempre la vida de un río a cambio de un camino que "me" facilitará el acceso a donde a "mí" me interesa.
Estas centrales, deberían, por lo menos, aportar beneficios para la comunidad donde los aloja a base de compesaciones económicas o la construcción de infrastructuras necesarias para las citadas comarcas. Y no sólo en donde se ubica la presa, sino también en todo el curso inferior del río al que ha alterado su vida. Mejor no pensar en el patrimonio histórico, etnográfico y natural que quedará destruído para siempre.
Mientras nuestros ríos se mueren, unos pocos disfrutan relamiéndose por el hermoso pastel que se van repartir sin importar en los posibles daños ecológicos que conllevan.