martes, 16 de abril de 2013

¿Un miliario formando parte de un muro del atrio de una iglesia?

Como decimos siempre, no hay rincón de Galicia que no contenga algo especial y en cualquier lugar te podrás encontrar con alguna sorpresa. Nuestra visita a la "Levada de Casqueiros", en Pazos de Borbén, hizo que nos acercáramos a conocer la Iglesia barroca de Santiago de Cuartos de Borbén. Pero no sólo nos llamó la atención  la arquitectura de la iglesia sino una pieza de piedra que conforma parte de un muro del atrio del templo.
De la piedra nos llama la atención su forma, pero sobre todo  la inscripción grabada en ella. Vemos que  aparecen las letras "SD", "VIA" y cuatro sílabas que para nosotros no tienen sentido. No hace falta saber latín para distinguir la palabra "VIA" y conocer su significado. Parece pues una marca de origen ancestral, quizás un antiguo miliario medieval o sin arriesgarse mucho podría ser romano. Y más aún si pensamos que por este pequeño valle por donde discurre el río Borbén pasaban importantes vías de comunicación. Una de ellas era un ramal del Camino de Santiago que acortaba la distancia para los peregrinos que provenían de O Condado y del interior de Portugal. Esta via también sería aprovechada por los arrieiros de los siglos posteriores provenientes de los fértiles valles del Tea y del Miño que transportaban su preciado "tesoro" hasta la ciudad de Pontevedra. Sin embargo no fueron estas las vías más importantes de este valle en la historia. Según varios estudiosos, el valle también fue aprovechado por una gran arteria de comunicación romana, la conocida VIA XIX del Itinerario de Antonino, que sería utilizada los primeros siglos después de Cristo. Hay que recordar también que hay trabajos que intentan demostrar la localización de la ciudad de Burbida en Borbén, por su semejanza léxica y por el supuesto paso de esta via por las inmediaciones. No obstante, las últimas investigaciones se inclinan a que Vigo podría ser realmente Burbida.

Sea o no sea, es una piedra curiosa, por su situación y por su inscripción. El atrio de la iglesia tiene multitud de lápidas de sarcófagos desperdigados por el patio de los siglos XIX y XX. Alguno forma parte del enlosado de la calle anexa al atrio y se sitúan muy cerca de esta extraña piedra. Por ello se podría pensar en alguna parte de algún enterramiento, pero su forma y sus letras no lo parecen indicar.

Caminado entre los muros de las callejuelas de la parroquia nos damos cuenta que estas nos cuentan su historia y que contienen infinidad de objetos de origen incierto y extraño como esta otra piedra perteneciente a un muro cercano al conjunto arquitectónico de Santiago de Cuartos de Borbén.