Hoy, más de dos mil años después, el campamento sigue en pie gracias a las reconstrucciones parciales realizadas en la zona. Un magnífico museo completa el complejo. Pero ... sin embargo, es hoy cuando los que intentan entrar al recinto amurallado para poder admirar el legado romano en nuestra tierra, lo tienen que hacer asediando la fortaleza y escalando sus muros, cual bárbaros de hace dol mil años.
Pero no hay otra. La entrada principal por donde todo el mundo podía acceder en un pasado, se encuentra inundada por el nivel de las aguas de la central hidroeléctrica de As Conchas. No sólo la entrada sino también parte del interior del recinto. Los paneles de información se deterioran, el limo asedia la fortaleza, los barbaros asaltan el campamento, la reconstrucción se densconstruye. Eso que es un lugar de lo más significativo de la Vía Nova y referente turístico de toda A Baixa Limia. 
Lo mismo pasa con la mansión romana de Aquis Originis, 500 m más arriba de los famosos baños del Río Caldo, en Lobios. Este, no está inundado de agua sino de hierbas, además de la falta de paneles y de ningún tipo de información. No vendría mal limpiar los hierbajos de estos importantes patrimonios tan sólo aunque sea de vez en cuando.
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